Las primeras tradiciones alfareras de la región fueron caracterizadas mediante el sitio tipo Pitrén, de dataciones entre 900-1.000 años dC, con evidencia en sitios de cementerios que incluyen formas de jarros, ollas, vasos, cuencos, jarros asimétricos y modelados complejos. Se agrupan en tres tipos: Las más tempranas dominada por piezas monocromas, modeladas y decoradas en “negativo”, presentan un asa volumétrica lateral o “asa mango”. Para un per´odo intermedio destaca la representación anfiobioforma (forma de anfibio) como prolongación del asa o en la pieza completa, algunos sitios tienen figuras zoomorfas como la “tagüita” de modelados antropomorfos con “caritas” en el gollete. El tipo más tardío presenta piezas bicromas rojo-negro y la aparición de modalidades radiadas y estrelladas en “técnica negativa”. Estas piezas fueron diseñadas para que su simbolismo fuera apreciado en grupos pequeños por lo que los ritos y ceremonias en que se emplearon debieran ser de reducidos participantes (Adan, et al. 2016).
Tipología Pitrén
Para el período Alfarero Tardío, hacia el 1.000dC., la tradición alfarera presenta un cambio en los estilos decorativos producto del incremento en la producción y el manejo de recursos. La cerámica bicroma rojo sobre blanco presenta el estilo El Vergel con piezas simétricas en jarros con base pintada de rojo y en urnas pequeñas y grandes. El estilo Valdivia, más estandarizado y dispuesto en jarros, platos y vasos, tiene un uso ritual y social. El estilo Ranco o Tringlo, en jarros, platos, tazas y modelados, presentan motivos estrellados, que se ha supuesto de influencia hispana pero no se ha podido determinar su origen (Adan, et al. 2016).
En período Histórico, hacia 1.550dC, los estudios se enfocan en la continuidad, modificaciones, adopciones y rupturas que relacionan las sociedades locales con la llegada del español. Según Pedro de Valdivia “los naturales tenían muchas y muy pulidas vasijas de barro”, la cerámica tenía una función ornamental, ritual y funeraria, y era fabricada en contexto doméstico por mujeres. Las formas cerámicas destaca: El ketrumetawe o jarro pato, se relaciona a la estructura familiar, representa a la mujer que abandona el hogar para residir donde el marido, y se empleaba para hacer libaciones rituales con muday en el Nguilltún u otras ceremonias. El metawe o jarro simple con un asa, varía en forma y dimensiones. La challa u ollas de cuello estriado, presenta dos asas en forma de agarraderas y base plana o redondeada de boca amplia, y se utiliza para tostar trigo, preparar tintas y teñir los tejidos. El meshen o cántaros abombados, presentan una base discoidal, una abertura superior corta y cilíndrica, no tiene asa y presenta dos ataduras de boqui unidas en la parte superior e inferior, sirven para el transporte de agua u otros líquidos (García, J. 2007).
